Dear Mr. President. Can you even look me in the eye and tell me why?

En el cuarto disco de Pink, I’m Not Dead publicado en el año 2006, está incluida la canción Dear Mr. President. Según la propia artista uno de sus trabajos más comprometidos con su país y sus ideas (es hija de un veterano de Vietnam). La canción es una carta abierta al por aquel entonces presidente de los Estados Unidos, George. W. Bush donde aderezadas con acordes realiza preguntas comprometidas y punzantes sobre los aspectos más controvertidos de su administración como la guerra de Irak, los sin techo, la homosexualidad o las drogas.

Así esta canción escrita por Pink en colaboración con Billy Mann se convertiría en todo un éxito en las listas musicales de todo el mundo. Acompañando en la música y su mensaje las Indigo girls, un clásico del folk reivindicativo norteamericano. Gracias a su éxito y la entrega por unos ideales fue escogida por los productores de la popular serie “The L World” que retrata las aventuras y desventuras de un grupo de mujeres homosexuales, sus amigas, familiares y amantes en una sociedad no siempre comprensiva con sus ideales como la americana.

La razón de escoger esta canción es que hace una crítica directa y sin tapujos a los comportamientos y aptitudes de la que es considerada alrededor del mundo como su persona más poderosa. Además en el videoclip acompañando a música y voz van apareciendo imágenes alusivas a las críticas, que muchas veces son extraídas de momentos o épocas considerados cruciales para el ideario estadounidense o son icónicas mediante la utilización del found footage: las grandes reivindicaciones de las personas de color en los 60, guerras (el ejército es considerado sagrado), homosexualidad, encuentros internacionales, etc.

En concreto el video adjunto es de su gira I’m Not Dead Tour a su paso por el Wenbley Arena en Londres, Reino Unido uno de los principales apoyos internacionales de la administración Bush. Por ello es destacable que en uno de los momentos más emotivos de la canción el público coree la frase “And what kind of father might hate his own daughter if she were gat?” provocando una efusiva reacción del público.

Este es uno de los muchos ejemplos que podemos encontrar en el arte en general, no solo en la música, de intento de concienciación a la clase política de que sus actuaciones no van con el sentir de una buena parte de la sociedad en general y que sus acciones perjudican muy ampliamente unas determinadas fronteras nacionales.

Debido a su orientación en contra del gobierno de Bush y en parte gracias a poderosos lobbys conservadores y republicanos el single fue sistemáticamente vetado en la mayoría de las emisoras de los Estados Unidos y sólo tras una entrevista en el Show de Jimmy Kimmel la canción sonó en una emisora de alcance nacional. Curiosa circunstancia en un país que venera como a dioses cada una de las libertades de su constitución, como la de expresión. Sin embargo esta circunstancia sólo propició una mayor publicidad y que la canción gozara de un gran éxito alrededor del mundo.

Concluyendo, os dejo con una de las afirmaciones que deja la propia artista en una de sus entrevistas: “Espero que el presidente esté orgulloso por el hecho de que vivimos en un país donde podemos hacer esto, donde podemos estar en desacuerdo, donde podemos hablar, compartir nuestras opiniones. También pienso que es bastante narcisista de mi parte creer que una de mis canciones será escuchada por el presidente de los Estados Unidos”

Arantxa Blanch Vidal.