Título original: Twelve and Holding (2007)Director: Michael Cuesta
País: Estados Unidos
Duración: 90 minutos
La preadolescencia es una etapa difícil. Acabamos de cumplir los doce años y de repente se nos planta la realidad enfrente, mientras vivimos al mismo tiempo con la propia ingenuidad de un niño. Twelve and Holding, el segundo largometraje del director de cine independiente Michael Cuesta después de su reconocida L.I.E., es una de esas películas que en un principio te parecen inofensivas y cuando quieres darte cuenta ya te han calado hondo con un profundo trasfondo psicológico. Es una película dura, pero trata temas tan delicados como la muerte o el sexo con una sutilidad y una cautela que, en mi opinión, es de agradecer.
La trama transcurre en la América rural actual, y se desarrolla en un ambiente frío y gris, donde un grupo de amigos de unos once o doce años viven después de que un trágico accidente abriera una herida en sus vidas.
A pesar de no derramarse una gota de sangre en toda la película, la intención del director sobre el espectador es bastante afilada: éste logra sumergirse hasta la parte más perversa de tus pensamientos solo con unos cuantos planos inocentes, incluso hermosos, que en el fondo esconden la crudeza y la gravedad de cada uno de los acontecimientos.
Existe una fiel sincronización entre el guión y cada secuencia. El guión es especialmente destacable, prometedor y para nada convencional: la productora había leído antes 600 guiones hasta dar con él. Paradojicamente, el autor del guión, Anthony Cipriano, ha trabajado en escasos proyectos a parte de éste, tal y cómo podemos ver en su ficha de IMDb.
Por otra parte, cabe destacar las interpretaciones. A pesar de ser una película protagonizada por niños, en ningún momento la trama pierde credibilidad y estos pequeños actores consiguen hacerte sentir identificado, encarnando a niños con un mundo interior profundo y que cuestionan casi como adultos el comportamiento de sus padres. El trabajo de los actores adultos también está muy bien, aunque entre ellos no hay prácticamente caras conocidas.
En cuanto a los aspectos negativos de la película, cuesta un poco acostumbrarse a los movimientos de la cámara, pues prácticamente todo plano está filmado con cámara en mano. Por otro lado, el título al español es desafortunado, igual que su doblaje (por eso recomiendo verla en versión original subtitulada, donde además se aprecian mejor las interpretaciones).
Y para finalizar, deciros que creo que esta película es de aquellas que nadie te ha recomendado antes y un día ves por casualidad (yo la cogí de la biblioteca de la facultad porque me llamó la atención), y sin embargo termina siendo de las que más merecen la pena. La recomiendo, aunque sólo sea para demostrar que se pueden hacer películas maravillosas con un presupuesto patético.
La trama transcurre en la América rural actual, y se desarrolla en un ambiente frío y gris, donde un grupo de amigos de unos once o doce años viven después de que un trágico accidente abriera una herida en sus vidas.
A pesar de no derramarse una gota de sangre en toda la película, la intención del director sobre el espectador es bastante afilada: éste logra sumergirse hasta la parte más perversa de tus pensamientos solo con unos cuantos planos inocentes, incluso hermosos, que en el fondo esconden la crudeza y la gravedad de cada uno de los acontecimientos.
Existe una fiel sincronización entre el guión y cada secuencia. El guión es especialmente destacable, prometedor y para nada convencional: la productora había leído antes 600 guiones hasta dar con él. Paradojicamente, el autor del guión, Anthony Cipriano, ha trabajado en escasos proyectos a parte de éste, tal y cómo podemos ver en su ficha de IMDb.
Por otra parte, cabe destacar las interpretaciones. A pesar de ser una película protagonizada por niños, en ningún momento la trama pierde credibilidad y estos pequeños actores consiguen hacerte sentir identificado, encarnando a niños con un mundo interior profundo y que cuestionan casi como adultos el comportamiento de sus padres. El trabajo de los actores adultos también está muy bien, aunque entre ellos no hay prácticamente caras conocidas.
En cuanto a los aspectos negativos de la película, cuesta un poco acostumbrarse a los movimientos de la cámara, pues prácticamente todo plano está filmado con cámara en mano. Por otro lado, el título al español es desafortunado, igual que su doblaje (por eso recomiendo verla en versión original subtitulada, donde además se aprecian mejor las interpretaciones).
Y para finalizar, deciros que creo que esta película es de aquellas que nadie te ha recomendado antes y un día ves por casualidad (yo la cogí de la biblioteca de la facultad porque me llamó la atención), y sin embargo termina siendo de las que más merecen la pena. La recomiendo, aunque sólo sea para demostrar que se pueden hacer películas maravillosas con un presupuesto patético.
Saludos a todos.
Laura Magallón Vidal.
Laura Magallón Vidal.

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