La web 2.0 y su impacto social (Blogs, videoblogs y redes sociales)

¡Saludos a todos!:

A diferencia de mis compañeros, me gustaría hablar de un tema del que, hasta ahora, no se ha dicho nada, Internet y su impacto social. Sin embargo, antes de hablar de las posibles consecuencias de la red de redes, es necesario explicar el contexto en el que ésta tiene lugar. De esta manera, haré una pequeña introducción a la llamada web 2.0, pues supone la base fundamental de cualquier página web de hoy en día.

Internet ha evolucionado mucho durante este siglo XXI, de la misma manera que la idea que teníamos de página web. Antiguamente, esta última era un lugar en el que el usuario se mostraba pasivo, es decir, simplemente leía e interpretaba la información que le era presentada, pues tampoco existía otra posibilidad. En la actualidad, en concreto a partir del año 2004, empezó a surgir una nueva manera de entender la web, la llamada web 2.0. Ésta es diseñada en función del usuario final, a quien permite interactuar mediante, por ejemplo, el llamado hipertexto. De este modo, nace un internauta activo y participativo. No obstante, no se trata de una nueva tecnología, sino de una nueva manera de entender lo que hasta ahora conocíamos por web.

Mientras tiene lugar todo este proceso, empiezan a formarse los grandes servicios de Blogging de hoy en día, véase, por ejemplo, Blogger en el año 1999. Estos blogs suponen una de las muchas maneras en que el internauta empieza a generar contenidos, pero a nosotros lo que nos interesa es el coste que supone producir este material. Hablamos de un coste desde el punto de vista que, a diferencia de lo que pasaba con la bitácora personal de toda la vida, el usuario pública un contenido que podrá ser leído por miles de personas, así que, de una manera u otra, supone vender nuestra privacidad a cambio de visitas o reconocimiento social. Pese a todo, tampoco es obligatorio identificarnos en la red a la hora de hablar de nuestra vida personal, sino que podemos crear un personaje en el ciberespacio.

Años más tarde, empiezan aparecer una nueva clase de blogs, los llamados videoblogs, entendidos como la evolución natural de los primeros. Por una parte, fueron posibles gracias a la mejora del ancho de banda, así que ver un video online ya no nos llevaría tanto tiempo. Por otra parte, los videoblogs encontraron su lugar gracias a la aparición de plataformas como Metacafe (2002), webs que permiten publicar videos para que, más tarde, puedan ser vistos por los internautas. El éxito de estas plataformas fue sorprendente, de ahí que Google decidiera comprar, por ejemplo, Youtube. Este dato es significativo ya que la empresa del buscador también compro Blogger en su día. En cuanto al impacto social, es bastante similar al de los blogs, pero destaca el hecho de que, en este caso, no podemos escapar al aparecer en un vídeo, así que vamos más allá que con el Blog.

Por último, no estaría de más hablar de las redes sociales. Aunque tuvieron su boom hace relativamente poco, existen desde hace bastantes años, véase Myspace, servicio que ya tiene 6 años. Es importante hablar de ellas debido a que, en estas, el usuario suele mostrar su nombre real acompañado de una fotografía suya, información a la que casi cualquier usuario de estos servicios tendrá acceso. Sin embargo, suele haber más datos como su centro de estudios, su edad, familiares…De esta manera, cualquier desconocido puede tener acceso a toda esta información, así que parece ser que, actualmente, no apreciamos demasiado nuestra privacidad.

En conclusión, esta pequeña reflexión nos lleva a pensar que, a partir de la web 2.0, damos a conocer una parte de nosotros antes desconocida para muchos. Sea en la plataforma que sea, esta nueva web ha tenido un fuerte impacto socialmente. No obstante, no me gustaría que los que leyeran esto pensaran únicamente en un impacto social, pues también lo existe en el ocio y el entretenimiento. Internet parece no tener límites, y un claro ejemplo de esto es la Wikipeli, película que se rueda en función de lo que los internautas decidan. En definitiva, más vale no sobreestimar el poder de la red de redes y lo mucho que nos ha cambiado la vida.

Santiago García Gutiérrez