Hace un par de años llegó a España un fenómeno televisivo llamado ”Extreme makeover”, que como no, procede de los Estados Unidos. El polémico programa se llamaba “Cambio radical”. Fue el primer programa de este tipo emitido en nuestro país, sin contar los programas que ya incluyeron sesiones en sus programas cómo fue el ejemplo de TNT.
El género Extreme makeover podríamos definirlo como un reality show en el cuál se hace un cambio extremo, dónde se somete a una persona a una gran cantidad de operaciones de cirugía estética para cambiar y mejorar su imagen.
¿De qué va el programa? Resumiré el tema en una frase: personas que no están contentas con su físico, traumadas y que creen que la única solución es presentarse a este programa dónde, gracias a un equipo especializado de cirujanos, odontólogos, maquilladores y nutricionistas, les ayudarán a cambiar su aspecto y conseguir lo que habían deseado. A cambio de su deseo, deberán vender su imagen antes, durante y después del proceso.
Poco tiempo antes de empezar el programa, podíamos observar en televisión los castings dónde cientos y cientos de personas explicaban su particular “historia y problema” con su físico. Más de 50.000 personas se presentaron, y un equipo médico fue el encargado de escoger a los participantes teniendo en cuenta el grado de necesidad de cambiar de imagen y siempre y cuando reunieran óptimas condiciones de salud. Además lo que importa es el show, es decir, podremos ver todo el proceso de transformación de cada participante, desde que lo eligen hasta que se reencuentra con su familia y ésta casi ni le reconoce, pasando por la operación en sí, en vivo y en directo...
Aquí vemos un ejemplo de casting:
http://www.youtube.com/watch?v=1qD7gdN1Q0o
En cada programa se transforma a dos personas: los vemos desde su fase inicial y, después de varios meses de procedimientos televisados a detalle, llegar al resultado final. Luego los candidatos revelan su nueva imagen a sus amigos y familiares.
El momento del reencuentro con la familia es lo que me pareció más chocante. Qué pensará la novia que lleva 10 años con su pareja, se enamoró tal y cómo era antes y de pronto se encuentra con él, casi irreconocible. En muchos casos dicha persona se ve cómo un extraño!
Ahora os voy a poner dos ejemplos de participantes que se sometieron a la cirugía en el programa:
"Sandra vive en Sabadell y tiene 28 años. Trabaja en una empresa empaquetando revistas y lleva cinco años viviendo con Paco, su actual pareja. Sandra es una persona muy insegura y teme que Paco la deje por otra persona más guapa, pues no ha sido la primera vez que esto le sucedía". Este texto sobre el programa Cambio radical aparece en la página web de Antena 3. En esta misma línea, en la publicidad del programa se pueden leer frases como "Mi pareja no me dejará" o "Por fin bajaré a la playa con mis hijos", al lado de una mujer con un precioso ojo que se está quitando la venda que le cubre la cabeza. Son entrecomillados de frases pronunciadas por las dos participantes del domingo pasado en la primera emisión del programa.
Según lo que acabamos de leer, podemos llegar a la conclusión de que lo único importante es el físico de la persona, es tan importante que genera problemas o traumas a las personas que se sienten incómodas con su físico. El objetivo principal del programa es el show: convertir a patitos feos en cisnes. Vivimos en un mundo en el que solo importa la imagen de la persona. Si eres guapo, tendrás más facilidades para triunfar en lo que te propongas. Si eres feo, o te sometes a una operación de cirugía o estarás condenado a la mediocridad.
http://www.youtube.com/watch?v=HFDnmtV4j4c
El programa causó miles de críticas, tanto por organizaciones de consumidores, como grupos feministas que lo calificaron de “sexista y engañoso”.
La causa principal de la creación de este tipo de programas, es la sociedad materialista en la que nos encontramos, regida por unos patrones físicos; donde imagen está por encima de la propia persona, y es el único motivo para sentirse bien con uno mismo.
Y si alguien piensa ingenuamente que el show le brinda felicidad a las personas involucradas, le respondo que la felicidad no puede consistir en tener la nariz derecha, la panza durita, o el peinado perfecto. Encontrarse abierto en una mesa de operaciones, rodeado de cámaras como una especie de animal a medio hacerse, no es un sueño hecho realidad, es un horror.
Monika luppens
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